Una parte del abstencionismo o del voto de rechazo piensa como Coluche:
hablar no sirve de nada. Y otra piensa peor: nada sirve de nada. Todos
los partidos son iguales: unos corruptos. No es verdad, pero lo parece.
Con el agravante de que la derecha no castiga la corrupcíón mientras que
no pocos votantes de la izquierda son intransigentes con este tipo de
asuntos morales.
Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/11/21/catalunya/1353455114_428696.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario